Este sábado 4 de julio, de la décimo tercera semana de tiempo ordinario, el padre Juan Andrés Verde nos alerta sobre la tentación de vivir la fe de un modo rígido, sin capacidad de abrirnos a la novedad. Por eso, a partir del Evangelio, nos exhorta a pedir la gracia de tener un corazón abierto, dispuesto y desatado para escuchar la Buena Noticia de Jesús.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 14-17
Se acercaron los discípulos de Juan Bautista y le dijeron: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?”
Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!”
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